Jorge Carey: “Los extranjeros están mucho más optimistas de Chile que los chilenos”

INVERSIONES

“Los chilenos en general invertían en su país y marginalmente invertía afuera”.

SITUACIÓN PAIS

“Tenemos que terminar con esta guerra de guerrillas, hay que establecer un diálogo”.

REFORMA TRIBUTARIA

“Crearon una especie de monstruo que destruye las confianzas de manera total”.

Gabriela Villalobos

Desde México. –El abogado y director de sociedades anónimas participó en la visita de Estado de la presidenta Michelle Bachelet en México, ocasión en la cual compartió con una decena de empresarios extranjeros con interés en el mercado local. “Todos te preguntan qué está pasando en Chile, porque Chile es un país serio. Y yo les digo que esto va a pasar, que Chile sigue siendo un país sólido”, comentó el socio principal del estudio Carey.

¿Cuál ha sido el ambiente que ha reinado en los encuentros entre empresarios chilenos y mexicanos?

-Los empresarios mexicanos están preocupados por la cobertura de prensa que se ha realizado sobre los acontecimientos que están pasando en Chile y yo les he hecho ver que Chile sigue siendo un país estable, con separación de los poderes. Pero fuera de que hay un problema serio con el financiamiento de la política -que hay que analizar a fondo- Chile sigue siendo un país honesto, con funcionarios públicos correctos, con una clase política estupenda, sobre todo si uno la compara con el resto de nuestro barrio.

¿Qué les ha respondido a los empresarios mexicanos frente a estas preocupaciones?

-Yo les hago ver que esta cosa va a pasar y que Chile va a seguir siendo el país que ha sido siempre, un ícono en Latinoamérica en términos de corrupción, seriedad, eficiencia y ellos quedan tranquilos. Le tienen una gran simpatía a Chile, lo ven como un faro, un guía. Por eso se tranquilizan al oír de alguien como yo, que viene del sector privado, que está con mucho contacto con los empresarios, que les confirma lo que ellos quieren creer, que es que Chile va a seguir siendo una país muy respetado y admirado, precisamente por la seriedad de sus instituciones.

¿Qué se requiere para que esta situación “pase”, como dice usted?

-Hay que descubrir la verdad, hay que develar todo lo que ha pasado y en base a eso legislar al futuro.

¿A qué casos se refiere particularmente?

-Me refiero a todos los casos en relación al financiamiento de la política por parte de las empresas. Todo el tema de las boletas, algo que se venía haciendo hace mucho tiempo y que era sabido por todos, era sabido por todos los partidos políticos, eso tiene que terminar, es el inicio de un cáncer que tenemos que cerrarlo y matarlo y para eso se requiere que se sepa lo que ha pasado. Pero esto va a pasar y se va a solucionar en un período relativamente corto, un año. Y Chile va a seguir siendo el país que es. Es un tema serio, pero corregible.

¿Cuál es entonces finalmente la imagen que tienen los mexicanos de Chile?

-Los mexicanos siguen viendo a Chile como un modelo, nos dicen a nosotros que han admirado las privatizaciones, los fondos de pensiones, todo eso. Pero todos te preguntan qué está pasando en Chile, porque Chile es un país serio. Pero tenemos que terminar con esta guerra de guerrillas, hay que establecer un diálogo entre el sector privado y el poder ejecutivo para ponernos de acuerdo sobre cómo abordamos el futuro de una manera armoniosa. Esto requiere de mucha prudencia del Gobierno y de todo el mundo, hay que hacer las cosas con calma, sin improvisar, sin tener una guerrilla por los diarios.

¿Ve que el gobierno se está manejando con prudencia?

-Creo que están haciendo un esfuerzo, pero las declaraciones destemplados -de uno y del otro lado- minan eso. No podemos seguir en esta guerra que lo único que hacen es estar minando las confianzas en Chile y el extranjero.

¿Ve que las confianzas de los extranjeros en Chile están minadas?

-No, lo extranjeros están mucho más optimistas de Chile que los chilenos. Los chilenos estamos en un momento de mucha desconfianza. Los chilenos en general invertían en su país y marginalmente invertían afuera, y ahora veo una cierta tendencia a revertir eso. Es una situación que hay que frenar porque una de las fortalezas de Chile era que los chilenos tenían su plata en su país.

Usted asesora a varias de las empresas que podrían estar invirtiendo más afuera que en Chile, ¿estima que puede haber un cambio de tendencia en el corto plazo para revertir los flujos?

-No veo que hayamos llegado al fondo y vayamos a recuperarnos. Todavía estamos en un momento en que los chilenos estamos mirando antes de tomar una decisión. Todavía es el momento de revertir esto y restablecer las confianzas. El Gobierno tiene una visión legítima sobre cómo se debe manejar Chile. Pero hay que ver cómo llegar a un camino intermedio, que permita que los dos lados recuperen las confianzas. No hay que olvidar que el capital se defiende huyendo, cuando se siente amenazado, se deja de invertir o de comprar. A todos nos gustaría que se acabara con la desigualdad, pero hay que ver las consecuencias de corto, mediano o largo plazo. Falta más diálogo.

¿Los cambios a la reforma tributaria, son una señal en ese sentido?

-Por supuesto, es un avance importantísimo. Esto no es un tema de reglamento, era tratar de imponer por norma general un sistema de renta atribuida que existe en muy pocas partes del mundo. Implementar algo tan nuevo, en vez de sólo subir los impuestos y tapar algunos hoyos para que la gente dejara de pagar, crearon una especie de monstruo que destruye las confianzas de manera total. Entonces esta ha sido una señal fuerte. Creo que la llegada del ministro Valdés ha sido muy importante y es igualmente importante que nosotros sintamos que él está empoderado.