Jorge Carey: Líder de estudio jurídico del año

LÍDER DE ESTUDIO JURÍDICO DEL AÑO

Los ingredientes de un liderazgo efectivo son difíciles de definir, en especial cuando se trata de estudios jurídicos. Un estudio jurídico puede perfectamente ser muy exitoso solo en base a la inteligencia y ambición de los profesionales que en él trabajan, pero para que el crecimiento sea sostenido se requiere de un liderazgo sólido – aunque solo sea para evitar que los mejores elementos de dicha firma se transformen en su competencia.

Reunir exitosamente a un grupo de profesionales altamente cualificados, como lo son los abogados, para hacer un frente común, no es tarea fácil y el debate sobre la mejor forma de lograrlo siempre está en boga.

Muchos abogados se resisten a ser gerenciados y muchos socios detestan la administración. Como lo señaló recientemente el fiscal de un gran banco internacional: “Cada socio que conozco en el comité de administración de un estudio, detesta hacerlo. Les absorbe tiempo y, a fin de cuentas, ellos optan por ser socios para ejercer la profesión, no para dedicarse a gestión”.

Pero en los mercados competitivos y en medio de un mundo que cambia a paso acelerado, asegurarse de que el estudio cuente con las estructuras y procesos que le permitan sobrevivir, es clave.

Un buen líder es más que un gestor eficiente. Los estudios jurídicos necesitan de un “primus inter pares” -un líder capaz de distribuir el poder y la toma de decisiones, sin ser tan controlador como para hacer que los socios rechacen su autonomía. Un desafío clave para un líder, a nivel personal y profesional, es hacerse innecesario, algo a lo que los estudios jurídicos latinoamericanos en especial deben abocarse, según Norman Clark, uno de los integrantes de nuestro panel y fundador de Walker Clark LLC, estratega para estudios jurídicos. “Ante la competencia internacional, es el tema más apremiante que los líderes de la región enfrentan a largo plazo”, señala. “El paso de ser un estudio administrado por una familia o por el socio fundador dominante a ser una estructura institucional es clave”.

El ganador de este año, Jorge Carey, evidenció una notable visión de futuro en esta materia cuando, hace dos décadas, estableció los estatutos para su estudio. Los otros finalistas de este reconocimiento -Carlos Urrutia, Daniel Ferrere, José Orlando Lobo y Valdo de Rizzo- también han demostrado un claro interés en la institucionalización de los estudios.

Tanto el ganador como los finalistas fueron seleccionados tras un proceso de investigación de dos meses. Invitamos a nuestros lectores a nominar a socios senior  o socios administradores de cualquier estudio latinoamericano que creyesen evidenciaba sólidas cualidades de liderazgo.  El equipo editorial de LATINLAWYER compiló una lista de seleccionados, que a continuación se presentó a un panel compuesto por antiguos y actuales líderes de estudios jurídicos de la región, a los jefes de operaciones latinoamericanas en estudios jurídicos internacionales, y a consultores de firmas jurídicas.

El listado completo de los integrantes del panel se encuentra en el recuadro incluido en la página 5. Solicitamos a los integrantes del panel analizar diversos criterios, incluida evidencia de haber generado un cambio permanente en el estudio, demostrado y comunicado optimismo acerca del futuro del estudio y haber invertido en el desarrollo profesional de sus miembros. Agradecemos a todos los integrantes del panel por su ayuda y conocimiento compartido. La decisión final fue nuestra.

En la casa de Jorge Carey existen 200 libros sobre Winston Churchill. El líder del mayor estudio jurídico de Chile, Carey & Cía., tiene una fascinación por el hombre que fue primer ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.

“Puedo recitar sus discursos, contar sus chistes -me encanta su ingenio y humor-, sé todo sobre él”, admite Carey, quien se proclama entusiasta de la historia y cuya especialidad es la historia inglesa entre el comienzo de la Gran Guerra y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

No queda del todo claro el porqué de la obsesión de Carey por los años que van desde 1914 a 1945 en Inglaterra en vez de cualquier otro bastión de la historia. Quizás se deba a que su bisabuelo luchó por la Marina Real del Reino Unido, o quizás el patriotismo encendido en la época de guerra es atractivo para su sentido del honor y la tradición. Pero también pudiera ser que simplemente se fascina por un hombre al que se le recuerda sobre todo por unir a una nación en tiempos difíciles.

Entre sus pares en Latinoamérica, Carey es más conocido por modernizar el mercado jurídico chileno; hace tres décadas generó muchas repercusiones al convertir su estudio en una institución al estilo anglosajón. Su progresismo es hasta hoy aplaudido. Esto y los valores heredados de dignidad y respeto llevaron a uno de los integrantes de nuestro panel a describirlo como un gigante de la profesión en Latinoamérica. “Es alguien que sabe escuchar -un atributo escaso, dado que nosotros, los abogados, tendemos a enfocarnos más en hablar que en escuchar”, acota el integrante del panel. “Es experto en generar negocios y un exitoso embajador de su estudio. La talla de Jorge va más allá de su estudio y clientes, pues es un líder en la comunidad empresarial de Santiago”.

Uno de los socios de su estudio, Pablo Iacobelli, fue testigo de dicha relevancia durante la conferencia de la IBA realizada el mes pasado en Buenos Aires. “Los abogados latinoamericanos ven mi insignia y de inmediato reconocen el nombre del estudio. Me llamó mucho la atención”, destacó.

Iacobelli se convirtió en el décimo octavo abogado en unirse a la firma, en 1994. “Creo que uno de nuestros muchas activos es nuestro clima interno”, señala, recordando los tiempos en que el estudio completo almorzaba junto en la sala de conferencias. “Jugábamos dudo y contábamos chistes. Fue una gran época”, reflexiona. En la actualidad, la firma cuenta con más de 100 abogados, de modo que ha habido algunos cambios. Sin embargo, para mantener ese espíritu de camaradería, Carey se encargó de que el estudio tenga un comedor lo suficientemente grande para que todos sus abogados quepan en él -es el único estudio en Chile que cuenta con algo así. “Pese a que la oficina tiene siete pisos, implica que te reúnes con la gente con la que no trabajas y hablas de otras cosas; la gente prefiere almorzar allí que salir”, señala Carey.

Existen otros giros de modernidad; Carey & Cía. es el único de los grandes estudios jurídicos en Chile, por ejemplo, con un código de vestimenta casual permanente.

Carey ha creado en la firma un enfoque de trabajo “estilo los mosqueteros”, de “uno para todos y todos para uno”. Como todo buen líder de estudio jurídico, comprende que los socios podrían abandonarles y llevarse los clientes en cualquier momento, de manera que destina bastante tiempo a mantener la lealtad de aquellos que generan negocios para el estudio y a hacer de este último uno de los mejores lugares de trabajo en el país. Según ellos mismos lo señalan, los abogados son un grupo egoísta; uno de los trabajos más complejos de un líder de estudio jurídico es lograr el consentimiento. Afortunadamente para Carey, es un buen vendedor; sus colegas aseguran que podría vender hielo en Alaska. “Estás tan convencido de lo que dice, que tienes que creerle”, asegura otro de los socios, Diego Peralta. “Sobre todo, su capacidad para convencer está respaldada por un historial que demuestra que normalmente tiene la razón”.

Las ideas y entusiasmo de Carey por el estudio jurídico que ha desarrollado durante 32 años permean alegremente su conversación. Piensa en voz alta, consulta con los demás y no tiene problemas con que le corrijan. Esta apertura es una mezcla de incontrolable entusiasmo por la firma y una estrategia deliberada para comprometer a su equipo. Si una idea le despierta a las 3 de la mañana, lo primero que hace es enviarles un correo electrónico a todos los socios para saber qué opinan. “Soy activista de la BlackBerry”, explica Carey. “Siempre hay siete u ocho socios que responden con sus ideas. Esto les hace sentir parte del proceso de toma de decisiones y me mantiene enfocado”.   Si habla con uno de los socios, copia a los restantes. “No estás obligado a responder. Pero así todos estamos involucrados. Esto muestra además quién está interesado en la administración y quién prefiere la práctica profesional. Cada uno es igualmente importante.

Carey lidera con el ejemplo e inspira respeto entre sus trabajadores.

Como ha quedado claramente demostrado durante este año turbulento, es cuando las papas queman cuando más buscamos un liderazgo; y podría requerirse de una crisis para develar si un líder designado tiene o no las cualidades para mantener a flote la embarcación. Como cualquiera a la cabeza de un estudio jurídico, Carey ha debido estar a la altura en numerosas ocasiones. Por años el único estudio jurídico chileno que se quedó en el centro de Santiago, había planes para mudarse a la más lujosa Las Condes; pero entonces la economía mundial se dio con un muro, lo que hizo que muchos se preguntaran si el traslado era lo correcto. “En este tipo de cosas tenemos una mirada a largo plazo, estas crisis van y vienen”, asegura Carey. Como muchos estudios jurídicos en el mundo, Carey también ha vivido salidas inesperadas desde la firma, pero lo que varios en el mercado vaticinaban sería una época dura para el estudio, ha estado lejos de serlo, en parte debido al hombre que lo lidera. “Impone las decisiones con autoridad, es muy persuasivo, y mantiene la cabeza fría ante las dificultades”, indica Iacobelli. “Esa es un área en la que ejerce fuertemente el liderazgo”.

Carey lidera mediante el ejemplo, inspirando respeto entre sus trabajadores, tal como lo señala Peralta:  “Vive para esto. Si no está en su oficina, sabes que está trabajando en algún otro lado. Organiza cenas con clientes tres o cuatro veces a la semana. Vemos que tiene al estudio en el corazón. Es difícil no hacer al menos lo mismo que él; uno trata de emularlo”.

La imparcialidad y transparencia de Carey es una calle de doble vía. No duda en dar un cumplido, y tampoco una reprimenda, cuando la situación lo amerita. “De verdad, a todo nivel, la gente siente que se ha hecho un gran esfuerzo por imponer el respeto; es un mensaje constante”, destaca Iacobelli.

Ese esfuerzo incluye la reacción de Carey ante el maltrato de los abogados hacia los demás trabajadores. Si cualquiera de ellos interactúa de manera inadecuada, se va a la calle, como ha quedado demostrado. “Se les despide ahí y en ese momento. ‘Chao’, digo. ‘Elegiste el estudio incorrecto. No es así como tratamos a las secretarias ni a los estafetas, así que por favor retírate’”. El mensaje para el resto del estudio no podría ser más claro.

Basta escarbar un poco en esa apariencia caballerosa de Carey para encontrar un interior de acero.  Por ejemplo, la vez que Carey & Cía. estaba asesorando a un cliente asiático a través de su filial estadounidense. El abogado in-house en Nueva York no estaba satisfecho con uno de los abogados de Carey y quería que lo sacaran del equipo. En vez de ceder ante la exigencia, Carey se puso al teléfono con el CEO de la sociedad en Asia, quien previamente no sabía nada de él. En la hora siguiente, se restauró la armonía, y con la posición del abogado involucrado intacta.

Se puede fácilmente hallar el origen de la firme moral de Carey en su niñez. Tuvo una educación afortunada, con sus padres casados y rodeado de amigos. Sin embargo, durante su cómoda existencia, sus padres le alentaron a trabajar duro siempre, lo que Carey continúa haciendo hasta hoy. Asistió a los mejores colegios y a la principal universidad; honrando la tradición familiar optó por aquella en la que su padre había estudiado. Pero en vez de descansar en la fortuna de su padre, se aseguró de estar siempre a la cabeza de su clase, lo que lo hizo ganar una beca Fulbright que lo llevó a la Universidad de Nueva York, donde estudio gratuitamente derecho tributario; y por supuesto se mantuvo a la cabeza de su clase también.

Carey y su hermano Jaime -el socio administrador del estudio- son la tercera generación de la familia Carey en liderar la firma. La cuarta ya está escalando posiciones en la persona de los hijos de Carey y dos de sus sobrinos.